San León IX, CLII Papa
Abril 19
152 -San León IX (X) (Bruno): Alsacia; Febrero 12, 1049 - Abril 19, 1054.
Nació en Lorena. Elegido el 12.III.1049, murió el 18.IV.1057. Fue elegido libremente por el clero y el pueblo romano. Llegado a Roma quiso entrar a pies descalzos como signo de humildad. Excomulgó a Miguel Cerulario que creó el cisma de la Iglesia griega de latina no extinguida aún.
Martirologio Romano: En Roma, en la basílica de San Pedro, san León IX, papa, que primero fue obispo de Tulle durante veinticinco años, en donde defendió enérgicamente a su comunidad, y una vez elegido para la sede romana, reunió varios sínodos para acordar la reforma de la vida del clero y la extirpación de la simonía. († 1054)
Fecha de canonización: En el año 1082 por el Papa Gregorio VII.
Se llamaba Bruno de Dagsburgo y estaba emparentado con la familia real de
Alemania. Había nacido en 1002, en Alsacia, de un hogar cristiano y muy
culto.
A temprana edad comenzó a estudiar en la escuela episcopal de Toul, y ya en
su juventud dio muestras de estar dotado de notables cualidades. En este tiempo,
padeció de una grave enfermedad, cuya curación se atribuyó a san Benito. Desde
entonces profesó una especial devoción al santo patriarca.
Canónigo de la iglesia de san Esteban, en Toul, a la muerte del obispo de
dicha ciudad fue designado para sucederlo. Un año después su pariente Conrado II
- llamado el Sálico, fundador de la casa de Franconia - se hizo proclamar en
Italia emperador romano.
Bruno fue un obispo enérgico y austero, que restauró la disciplina un tanto
alicaída de los monasterios y defendió con firmeza los derechos de la Iglesia. A
la muerte del papa Dámaso II, en 1048, se eligió a Bruno para ocupar el solio
pontificio, siendo coronado a comienzos del año siguiente con el nombre de León
IX. En este nuevo y alto cargo desplegó una intensa actividad. Promovió la
reforma del clero y las buenas costumbres del pueblo; convocó varios sínodos
diocesanos que condenaron severamente la simonía y la venta de indulgencias,
práctica entonces muy arraigada, y trató de intensificar la vida monacal.
Se mantuvo en permanente contacto con san Hugo, abad de Cluny, y con Halinard, arzobispo de Lyon, organizador de uno de los movimientos reformistas de Francia. Al mismo tiempo, llamó a su lado como colaboradores a los hombres más eminentes del clero, entre ellos al monje Hildebrando, futuro san Gregorio VII, el pontífice más grande de su siglo y uno de los mayores en toda la historia de la Iglesia.
Se mantuvo en permanente contacto con san Hugo, abad de Cluny, y con Halinard, arzobispo de Lyon, organizador de uno de los movimientos reformistas de Francia. Al mismo tiempo, llamó a su lado como colaboradores a los hombres más eminentes del clero, entre ellos al monje Hildebrando, futuro san Gregorio VII, el pontífice más grande de su siglo y uno de los mayores en toda la historia de la Iglesia.
Realizó numerosos viajes, visitando las distintas diócesis, en ocasiones,
para reconciliar a soberanos enemistados. Cruzó los Alpes, llegó a Sajonia,
luego a Colonia, a Toul, a Reims, a Metz, a Magnucia.
San León IX había sido designado sumo pontífice por su pariente el
emperador Enrique III, hijo y sucesor de Conrado II. Sin embargo, él fue el
primero en proponer que en el futuro los papas fuesen elegidos entre los
cardenales. Tal disposición se hizo definitivamente efectiva en 1059.
Miguel Cerulario, patriarca de Constantinopla, censuró a la Iglesia de
Occidente a causa de algunas normas disciplinarias y litúrgicas que diferían de
las de Oriente. Era un pretexto para realizar la separación y situarse a la
cabeza de la Iglesia Griega. San León IX le escribió una notable carta y envió
una embajada a Constantinopla, pero no pudo evitar el cisma, que se produjo en
1054.
Enfermo, sintió que la muerte estaba cercana. Colocado su lecho junto al
altar mayor de San Pedro, como era su deseo, murió el 19 de abril de 1054.
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Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
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