San Gelasio I,
Papa
Noviembre 21
Noviembre 21
49 -San Gelasio I:
Africa; Marzo 1, 492 - Noviembre 21, 496.
Nació en Roma, oriundo africano. Elegido el 1.III.492, murió el 21.XI.496. Instituyó el Código para uniformar funciones y ritos de las varias Iglesias. Por su caridad fue llamado "Padre de los pobres". Defendió la supremacía de la iglesia ante la del Rey. Introdujo en la misa el "Kyrie eleison".
Nació en Roma, oriundo africano. Elegido el 1.III.492, murió el 21.XI.496. Instituyó el Código para uniformar funciones y ritos de las varias Iglesias. Por su caridad fue llamado "Padre de los pobres". Defendió la supremacía de la iglesia ante la del Rey. Introdujo en la misa el "Kyrie eleison".
Martirologio Romano:
Junto a la basílica de San Pedro, en Roma, san Gelasio I, papa, esclarecido por
su doctrina y santidad, el cual, para que la autoridad imperial no perjudicara
la unidad de la Iglesia, aclaró a fondo las características propias de las dos
potestades y su mutua independencia. Movido por su caridad sin medida y las
necesidades de los indigentes, murió en la más extrema pobreza.
(492-496).
No se sabe si nació en África o era romano de origen, pero sí consta que fue elegido pontífice en el 492 y que reinó cuatro años y medio, distinguiéndose por su energía.
Parece que no es obra suya el Decreto Gelasiano que contiene una lista de los libros del canon bíblico, pero sí hay que atribuirle reformas litúrgicas y sin ninguna duda una actitud muy firme respecto a los herejes: combatió implacablemente a pelagianos, nestorianos y monofisitas, e hizo quemar los libros de los maniqueos.
También hombre de una pieza en el conflicto que le enfrentó a un obispo cismático de Constantinopla, afirmando en todo momento la primacía de la sede romana, sin olvidar que formuló con claridad, quizá por primera vez, la supeditación que en último término debe el poder temporal al espiritual.
Este esquemático repaso a sus actividades le señala como un papa que no perdía el tiempo y que en menos de un lustro dejó huella en todas las cuestiones relativas a la fe y a la disciplina. Su figura se ve así envuelta en un aura de inflexibilidad.
Aunque la idea más común acerca de ser santo se relaciona con blandas efusiones teñidas de sentimentalismo, la santidad estriba muchas veces en ser duro. San Gelasio, defendiendo el depósito de la fe y la Iglesia de Roma es inflexible, no retrocede ni una pulgada; y también ha pasado a la historia como «padre de los pobres», porque para él caridad significaba las dos cosas, ser de hierro custodiando la herencia de Dios y de cera y miel para las necesidades de sus hermanos.
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Fuente: oremosjuntos.com
Italia. Nacido en Roma, procedente de una familia africana, fue tan
importante para la vida de la Iglesia como san León Magno, a pesar de que reinó
poco tiempo. Dionisio el Exiguo, que vivió en Roma pocos años más tarde y
recogió la memoria inmediata de su vida, have de Gelasio un retrato
impresionante: su humildad, su determinación en el servicio de los demás, sus
mortificaciones personales, su conocimiento de la Biblia, su oración y su
piedad, le convierten en el Buen Pastor por excelencia. Fue el primero en usar
el título de vicario de Cristo. A diferencia de sus inmediatos antecesores, fue
un excelente teólogo: de ahí la claridad que emana de sus abundantes documentos.
Destaca en especial el llamado Decreto gelasiano, que proporciona la lista de
libros canónicos del Nuevo Testamento y también de los apócrifos.
La guerra que permitió a Teodorico adueñarse de Italia había causado graves
quebrantos económicos: miles de refugiados cayeron sobre Roma provocando serios
problemas de subsistencia. A ellos tuvo que atender Gelasio, poniendo en
práctica los preceptos de la caridad. Por vez primera se redactó entonces un
Líber censuum que permitía conocer todas las rentas a disposición de la Sede
Apostólica: eran copiosas y sus propiedades –especialmente las de Cerdeña y
Sicilia– permitían disponer de abundantes reservas de trigo. Gelasio dispuso que
de las rentas se hicieran cuatro partes: una para el papa, que empleaba en
limosnas para remedio de tanta miseria; otra parte para el clero; la tercera
para repartir entre los pobres; la cuarta y última para la fábrica de las
iglesias. Sus excelentes relaciones con Teodorico, pese a ser arriano, dieron a
Roma el grado de tranquilidad que necesitaba. G. Pomares {Celase 1, París, 1959)
señala cómo su obra más importante consiste en haber rematado el proceso de
conversión de Roma en ciudad cristiana, suprimiendo la última reliquia de las
fiestas paganas, las Lupercalia, degeneradas en un grosero carnaval.
Oriente. El problema fundamental seguía siendo el de las relaciones con
Oriente, interrumpidas desde el año 484 por la excomunión de Acacio. El sucesor
de éste reclamaba, para suscribir el documento de fe de Calcedonia, que se
anulase el decreto de excomunión, pero en esto iba envuelta la negación del
primado de Roma. Gelasio se negó: a lo único que accedería fue a perdonar a uno
de los legados, Miseno, obispo de Cumas (13 de mayo del 495) porque la falta de
éste afectaba únicamente a la disciplina. Se declaró absolutamente decidido a
defender hasta el último extremo lo que, andando el tiempo, llegaría a definirse
como infalibilidad pontificia. Estas son sus palabras: «Lo que la Sede
Apostólica afirma en un sínodo, adquiere valor jurídico; lo que él ha rechazado
no tiene fuerza de ley.»
En una carta al emperador Anastasio y en algunos otros textos doctrinales,
expuso por vez primera con absoluta nitidez las relaciones entre los dos
poderes. «Dos poderes gobiernan el mundo: la autoridad sacra del pontífice y el
poder imperial. Del uno y del otro son los sacerdotes quienes soportan el mayor
peso, pues en el Juicio Final tendrán que rendir cuentas, no sólo de sí mismos,
sino también de los reyes.» Desde una posición de fe absoluta esta doctrina
aparece como resultado de una lógica meridiana, pues el único fin de la
existencia humana consiste en alcanzar la vida eterna, mientras que los bienes
temporales, entre los que se cuenta el gobierno, son solamente medios para
asegurar a los súbditos ese fin. Completando esta idea dijo que nadie podía
colocarse «por encima de aquel hombre a quien la misma palabra de Cristo ha
colocado sobre todos los hombres y al que la venerable Iglesia file ha
reconocido como su primado». Gelasio explicaba la recíproca autonomía de ambos
poderes, pero declarando que los dos están sometidos al orden moral del que la
Iglesia es file custodia.
La abundante correspondencia conservada revela la preocupación del papa por
imponer estas doctrinas y la satisfacción que le producían las sedes de Italia
y, en general de Occidente, porque no ponían dificultades de obediencia. En el
sínodo del 494 se tomaron importantes medidas disciplinarias acerca de la
ordenación de. sacerdotes y de la acción pastoral. Se le ha atribuido el más
antiguo de los formularios conservados para la administración de
sacramentos.
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Fuente: conoze.com
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