San Pablo I, Papa
Junio 28
93 -San Pablo I: Roma; Abril (Mayo 29), 757-Junio 28, 767.
Nació en Roma.
Elegido el 29.V.757, murió el 28.VI.767. Favoreció la unión con la iglesia
griega. Visitaba las cárceles y recataba los detenidos condenados por deudas.
Descubrió los restos de S. Petronila que según leyenda fue hija de S. Pedro.
Legado: descubrió los restos de San Petronila, hija de San Pedro
Martirologio
Romano: En Roma, san Pablo I, papa, quien, afable y misericordioso, por
la noche, en silencio, visitaba las casas de los enfermos pobres,
prestándoles ayuda. Defensor de la fe ortodoxa, escribió a los
emperadores Constantino y León, para que restituyeran el culto a las
sagradas imágenes. Muy devoto de los santos, cuidó de trasladar desde
los cementerios en ruinas al interior de la ciudad, en los diversos
títulos y monasterios, los cuerpos de los mártires, en medio de himnos y
cánticos (767).
Etimológicamente: Pablo = Aquel que es pequeño o débil, es de origen latino
Romano
de origen, sucedió a Esteban II, su hermano, en el pontificado, 757.
Gobernó la Iglesia once años. Construyó muchos monasterios y dotó
innumerables iglesias de privilegios y exenciones. Escribió varias
cartas a Pipino, rey de los francos, para agradecerle la ayuda eficaz
que prestó a la Iglesia combatiendo a los lombardos, 767.
Fecha de nacimiento desconocida; muerto en Roma el 28 de Junio de 767.
Era
hermano de Esteban II. Habían sido educados para el sacerdocio en el
palacio Laterano. Esteban confió a su hermano, que aprobaba la línea de
conducta del Papa con respecto al rey Pipino, muchos asuntos
eclesiásticos, entre otros la restauración a los Estados Romanos de las
ciudades que habían sido tomadas por los reyes lombardos Astolfo y
Desiderio; Desiderio prometió devolver estas ciudades.
Mientras
Pablo estaba con su hermano moribundo en el Laterano, una parte de los
romanos se reunió en casa del arcediano Teofilacto para asegurar la
elección de éste a la sede papal. Sin embargo, inmediatamente después
del entierro de Esteban (murió el 26 de Abril de 757) Paulo fue elegido
por una gran mayoría, y recibió su consagración episcopal el 29 de Mayo.
Pablo continuó la política de su antecesor hacia el
rey de los francos, Pipino, y por eso mantuvo la supremacía papal sobre
Roma y los distritos de Italia central frente a los esfuerzos de los
lombardos y el Imperio de Oriente. Pipino envió una carta al pueblo
romano, exhortándole a permanecer file a San Pedro.
En
la respuesta enviada por el senado y el pueblo de Roma al rey franco,
se urgía a éste para que completara la extensión de la provincia romana
que él había arrebatado a los bárbaros, y a perseverar en la obra que
había comenzado.
En 758 le nació una hija a Pipino, y el rey envió al
Papa las ropas usadas en el bautismo como presente, renovando de esta
forma el patrocinio papal.
Pablo le dio las gracias e
informó a Pipino de la acción hostil de Desiderio, que había incumplido
su promesa de entregar las ciudades de Imola, Osimo, Ancona y Bolonia a
Roma, y también había devastado la Pentápolis en su expedición contra
los rebeldes duques de Spoleto y Benevento. Los dos ducados fueron
conquistados y anexionados por Desiderio (758). En Benevento Desiderio
mantuvo una conferencia con el embajador griego Georgios, y acordaron
una alianza mutua de bizantinos y lombardos en Italia central. En su
camino de regreso Desiderio llegó a Roma, y cuando el Papa le pidió la
devolución de las antedichas ciudades, rehusó obedecer. Prometió
devolver Imola, pero a condición de que el Papa persuadiera a Pipino de
devolverle los rehenes lombardos que el rey franco se había llevado,
algún tiempo antes, en la época de su segunda victoria sobre el rey
lombardo Astolfo. Si Paulo no hacía esto, Desiderio lo amenazaba con ir a
la guerra contra él.
El Papa estaba en un gran apuro.
Encontraba difícil incluso conseguir que el rey franco fuera informado
de su situación. Dio dos cartas al obispo Jorge de Ostia y al sacerdote
romano Esteban, sus embajadores a Pipino, que hicieron el viaje con el
mensajero franco Ruperto. En la primera carta destinada a garantizar a
los embajadores un viaje seguro a través del territorio lombardo, daba
su conformidad a las demandas de Desiderio y pedía a Pipino que
accediera a los deseos de los lombardos firmando un tratado de paz y
devolviendo los rehenes.
Al mismo tiempo los enviados
tenían que dar al rey franco una segunda carta secreta, en la que el
Papa le comunicaba los últimos sucesos, le informaba del acuerdo de
Desiderio con los bizantinos para la conquista de Ravena, e imploraba a
Pipino que viniera en ayuda del Papa, a castigar al rey lombardo y a
forzarle a entregar las ciudades que retenía. Hacia el final de 759 otra
embajada fue enviada a Pipino. A primeros de 760 dos embajadores
francos, el obispo Remigio de Ruán, hermano de Pipino, y el duque
Ansgar, se presentaron ante Desiderio, quien prometió devolver su
patrimonio a la Iglesia Romana en Abril, y también entregar las ciudades
pedidas por el Papa.
Pero de nuevo rehusó llevar a
efecto sus promesas, las demoró, e incluso se introdujo por la fuerza en
territorio romano. Una vez más Pablo imploró la ayuda del rey franco.
La situación se hizo aún más amenazadora por la acción bizantina.
Georgios había ido del sur de Italia a la corte de Pipino y allí había
vencido al embajador papal, Marino. Pese a todos sus esfuerzos Georgios
no pudo hacer cambiar de opinión a Pipino. En 760 se extendió por toda
Italia la noticia de que una gran flota bizantina estaba navegando hacia
Roma y el reino franco.
Más tarde se informó que los
bizantinos pretendían enviar un ejército a Roma y Ravena. El arzobispo
Sergio de Ravena recibió una carta del emperador bizantino, en la que
buscaba obtener la sumisión voluntaria de los habitantes de Ravena. El
mismo intento se hizo en Venecia. Sergio envió la carta del emperador al
Papa, y el Papa lo notificó a Pipino. En caso de guerra con el Imperio
de Oriente era importante asegurarse el apoyo de los lombardos y
consiguientemente Pipino deseaba llegar a un acuerdo con Desiderio.
Enseguida el rey lombardo mostró mejor disposición en la cuestión del
patrimonio romano incluido en territorio lombardo, y cuando visitó Roma
en 765, las disputas fronterizas entre el Papa y él fueron arregladas.
El
rey franco mandó ahora a Desiderio a ayudar al Papa a recobrar el
patrimonio romano en las regiones del sur de Italia bajo gobierno
bizantino, y a apoyar los derechos eclesiásticos del Papa frente a los
obispos de estos distritos. La oposición de Pablo a los planes del
emperador Constantino Coprónimo no tenía realmente base política. El
propósito del Papa era defender la ortodoxia eclesiástica en lo
referente a la doctrina de la Trinidad y a la veneración de las imágenes
contra el emperador de Oriente. Pablo despachó repetidamente legados y
cartas referentes a la veneración de las imágenes al emperador de
Bizancio.
Constantino envió embajadores a Europa Occidental que, al
presentarse ante el rey Pipino, no disimularon su intención de negociar
con él lo referente a cuestiones dogmáticas, además de sobre la sumisión
del exarcado de Ravena a la soberanía bizantina. Los legados papales
también se presentaron ante Pipino en relación con estas cuestiones. A
su vuelta, los legados pudieron dar garantías de nuevo al Papa sobre las
opiniones del gobernante franco, que mantuvo junto a sí a dos de los
embajadores papales, el obispo Jorge y el sacerdote Pedro.
En
767 se celebró un sínodo franco en Gentilly, cerca de París, en el que
se mantuvieron las doctrinas de la Iglesia relativas a la Trinidad y la
veneración de las imágenes. Pablo mostró gran actividad y celo en
alentar la vida religiosa en Roma. Convirtió su hogar paterno en
monasterio, y cerca de él construyó la iglesia de San Silvestro in
Capite. La creación de esta iglesia condujo a la celebración de un
sínodo en Roma en 761. A esta iglesia y a otras iglesias de Roma, Pablo
trasladó los huesos de numerosos mártires desde sus deteriorados
santuarios de las catacumbas devastadas por los lombardos en 756.
Trasladó
las reliquias de Santa Petronila (vid.) de la catacumba de Santa
Domitila a una capilla en San Pedro, erigida por su predecesor para este
fin. La leyenda de Santa Petronila motivó que en esa época fuera
considerada hija de San Pedro, y como tal se convirtió en la patrona
especial romana de los gobernantes francos. Paulo también construyó un
oratorio de la Santísima Virgen en San Pedro, y una iglesia en honor de
los Apóstoles en la Vía Sacra, más allá del Foro Romano. Murió cerca de
la iglesia de San Pablo Extramuros, donde había ido durante el calor del
verano. Fue enterrado en esta iglesia, pero tres meses después su
cuerpo fue trasladado a San Pedro. El "Liber Pontificalis" también alaba
la caridad cristiana y benevolencia del Papa a la que se unía su
firmeza. Pablo es venerado como santo.
Su fiesta se celebra el 28 de Junio.
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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
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