Bonifacio II, Papa
Bonifacio II, (* Roma, – † Roma, 17 de octubre de 532). Papa nº 55 de la
Iglesia católica de 530 a 532.
55.- Bonifacio II (530-532) Nació en Roma. Elegido el 22.IX.530, murió el
17.X.532. De origen gótica fue considerado "bárbaro y extranjero" por lo cual
sus adversario eligieron como papa a Dioscoro. Hizo construir el Monasterio de
Montecasino sobre el Templo de Apolo.
Aunque nacido en Roma, era ostrogodo de nacimiento, lo que le convirtió en
el primer papa de origen germánico gracias al apoyo del rey godo
Atalarico.
Designado por Félix IV como su sucesor mediante un edicto, a la muerte de
este una parte del clero, respetando la voluntad del fallecido, lo eligió
pontífice el 22 de septiembre de 530, mientras la facción mayoritaria de dicho
clero se opuso a su elección y elegía como papa a Dióscuro. El posible cisma en
la Iglesia quedó abortado al morir Dióscuro a los veintidós días de su
nombramiento.
Obsesionado por la posibilidad de que a su muerte volviera a producirse una
doble elección papal que desembocara en un cisma, convocó un concilio en el que
se otorgó la prerrogativa de elegir a su propio sucesor, designando como tal al
diácono Vigilio. Sin embargo la oposición que encontró ante este proceder y que
llevó al propio Senado romano a acusar al Papa de abuso de poder, hizo que
Bonifacio se retractase y así su elegido no accedió a la silla papal a su
muerte, aunque sí lo haría posteriormente.
Bonifacio falleció el 17 de octubre de 532
Elegido el 17 de septiembre, 530; murió en octubre de, 532. Al llamarlo
hijo de Segibaldo, el “liber Pontificalis” hace por primera vez mención de un
papa de origen germánico. Bonifacio sirvió a la iglesia de Roma desde el
principio de su juventud. Durante el reinado del papa Félix V, era archidiácono
y un personaje de considerable influencia con las autoridades civiles y
eclesiásticas. Su elevación al papado es un ejemplo incuestionable de que fue
nombrado por su predecesor, hasta sin la formalidad de la elección.
Félix IV punto de morir y temiendo la lucha por el papado entre las
facciones gótica y romana reunió un cierto número de sus clérigos, de senadores
romanos y de patricios y en su presencia confirió el pallium de la soberanía
papal a su archidiácono, ya entrado en edad, y le declaró sucesor y amenazando
con la pena de excomunión a quienes se negaran a reconocerle y obedecer a
Bonifacio como papa elegido válidamente. A la muerte de Félix Bonifacio asumió
la sucesión, pero de entre los clérigos romanos unos sesenta de setenta
rehusaron reconocerle y aceptarle y eligieron a Dioscorus. Temían la influencia
indebida de el rey de los ostrogodos, Atalarico, en los asuntos papales, cuyo
abuelo, Teodorico I había ayudado a elegir papa a Félix IV, circunstancia que
hacía más odiosa el nombramiento de Bonifacio.
Ambos papas fueron consagrados el 22 de septiembre, 530, Bonifacio en la
Basílica de Julio y Dioscorus en la Luterana. Así pues la iglesia romana se veía
envuelta en el séptimo cisma antipapal. Afortunadamente sólo duró 22 días porque
Dioscorus murió el 14 de octubre, dejando a Bonifacio en posesión. Pronto reunió
un sínodo y presentó un decreto de anatema contra su rival muerto para lo que se
aseguró las firmas de los sacerdotes que habían sido seguidores de Dioscorus
(diciembre, 530), que lamentaron haber participado en la elección irregular y
prometieron obediencia futura. Bonifacio reconcilió a muchos con su
administración amable y conciliatoria, pero algunos no dejaron el resentimiento,
por no haber sido una elección formal por aquellos que a pesar de haberse
sometido habían impugnado la validez del nombramiento. Cinco años después un
papa de su elección quemó solemnemente el anatema contra Dioscurus (ver AGAPITO
I).
En un segundo sínodo (en 531) en S. Pedro, Bonifacio presentó una
constitución atribuyéndose el derecho de nombrar sucesor. El clero romano lo
suscribió y prometió obediencia. Bonifacio propuso como su electo al diácono
Virgilio y fue ratificado por el clero y el pueblo. Esta situación provocó
amargos resentimientos y la pérdida del favor real, por que en el tercer sínodo
(631) renunció a ello. La constitución fue quemada ante el clero y el senado
anulando el nombramiento de Virgilio.
En su pontificado, Bonifacio mostró interés activo por distintos asuntos de
la Iglesia Oriental y Occidental. Al principio de su reinado confirmo las actas
del Concilio de Orange, uno de los más importantes del siglo sexto que terminó
con las controversias semipelagianas. Lo presidió Cesario de Arlés, un amigo
íntimo de Bonifacio, que había enviado al sacerdote Armenius a Roma para pedir a
Bonifacio que se asegurara de la confirmación papal del concilio. Cuando llegó
el mensajero era papa Bonifacio que envió una carta de confirmación a Cesario (
25 enero 531) en la que condenaba ciertas doctrinas semipelagianas. Recibió una
apelación de los obispos africanos que trabajaban en reorganizar la iglesia
después de las devastaciones de los vándalos, pidiendo que confirmara en los
derechos de primado al arzobispo de Cartago. En oriente aseguró los derechos del
papa para tener jurisdicción en el Ilírico (ver BONIFACIO I) En 531, Epifanio,
Patriarca de Constantinopla, declaró irregular la elección de Esteban al
arzobispado de Larissa en Tesalia. A pesar de las presiones de Constantinopla
para que no lo hiciera, Esteban apeló a Roma sobre la base de que Epifanio no
era competente en la decisión del caso, manteniendo este punto en términos que
revelan una concepción clara de la primacía Romana.
Bonifacio reunió un cuarto sínodo romano el 7-9 de dic. De 531 en el que
adujeron alrededor de 25 documentos a favor de la jurisdicción romana en el
Ilírico. No se sabe el resultado del sínodo. Bonifacio era estimado por su
caridad, particularmente respecto a los pobres de Roma que sufrían un año de
hambruna. Fue enterrado en S. pedro el 17 de octubre de 532, donde aún puede
verse un fragmento de su epitafio.
=
JOHN B. PETERSON.
Transcrito por William G. von Peters, Ph.D.
Traducido por Pedro Royo.
Tomado de: ec.aciprensa.com
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