17 -San Urbano I: Roma; 222-230.
Nació en Roma. Mártir. Elegido en el 222, murió en el 230. Convirtió al cristianismo a Santa Cecilia en el 230, en el lugar del martirio hizo construir en Trastevere la Iglesia donde reposan los restos de la Santa patrona de los músicos. consintió que la Iglesia adquiriera bienes.
Martirologio Romano: En Roma y en el cementerio de Calixto, en la vía Apia, san Urbano I, papa, que gobernó fielmente la Iglesia Romana durante ocho años, tras el martirio de san Calixto. († 230)
Ateriormente se lo recordaba el: 25 de mayo
Papa del 222 al 230, se
desconoce la fecha de su nacimiento; murió el 23 de mayo del 230. Según el
"Liber Pontificalis," Urbano era romano y el nombre de su padre fue Ponciano.
Después de la muerte del Papa San Calixto I (14 de octubre del 222) Urbano fue
electo Obispo de Roma, Iglesia que dirigió durante ocho años según los escritos
de Eusebio de Cesarea (Hist. eccl., VI, 23).
El documento llamado Catálogo Liberiano de los Papas coloca el inicio de su pontificado en el año 223 y su término en el 230. El desacuerdo que produjo San Hipólito en la Iglesia Romana continuó durante el pontificado de Urbano. Hipólito y sus seguidores persistieron en el cisma; fue probablemente durante el reinado de Urbano que Hipólito escribió su "Philosophumena", en donde atacaba severamente al Papa Calixto. Urbano mantuvo la misma actitud adoptada por su predecesor hacia el grupo cismático y su líder.
El documento llamado Catálogo Liberiano de los Papas coloca el inicio de su pontificado en el año 223 y su término en el 230. El desacuerdo que produjo San Hipólito en la Iglesia Romana continuó durante el pontificado de Urbano. Hipólito y sus seguidores persistieron en el cisma; fue probablemente durante el reinado de Urbano que Hipólito escribió su "Philosophumena", en donde atacaba severamente al Papa Calixto. Urbano mantuvo la misma actitud adoptada por su predecesor hacia el grupo cismático y su líder.
Nada dicen las autoridades históricas sobre que se
haya dado algún otro problema durante la vida de la Iglesia Romana de esa era.
En el año 222 Alejandro Severo se convierte en emperador romano. Él favorecía un
eclecticismo religioso y protegió asimismo al cristianismo. Su madre, Julia
Mammaea, era amiga del maestro alejandrino Orígenenes, al cual llamó a
Antioquia. Hipólito le dedicó a ella su trabajo sobre la Resurrección. El
resultado de la opinión favorable que tanto el emperador como su madre tuvieron
sobre el cristianismo, permitió que los cristianos gozaran de una paz completa,
aunque su estado legal no fue cambiado. El historiador Lampridio (Alex. Sever.,
c. XXII) dice enfáticamente que Alejandro Severo no dio ningún problema a los
cristianos: "Christianos esse passus est." Indudablemente, la Iglesia Romana
experimentó los felices resultados de estas amables intenciones y no se le
molestó durante el reinado del emperador (222-235). Incluso, el emperador
protegió a los cristianos romanos en una disputa legal sobre la propiedad de un
terreno. Cuando ellos quisieron construir una iglesia en un predio de terreno en
Roma que era también reclamado por unos taberneros, se llevó el asunto ante la
corte imperial, y Severo decidió a favor de los cristianos, declarando que era
mejor que en ese lugar se adorara a Dios.
Nada se sabe respecto a los trabajos personales del Papa Urbano. El
incremento de la extensión de varias catacumbas romanas durante la primera mitad
del siglo III, prueba que los cristianos crecieron mucho numéricamente durante
esa época. La legendaria Acta de Santa Cecilia, conecta a la santa, así como a
su esposo y cuñado, con Urbano, quien se dice que bautizó tanto al esposo como
al cuñado de Santa Cecilia. Sin embargo, esta narración es una leyenda y no
tiene valor histórico; lo mismo se aplica a las Actas del martirio de Urbano,
que datan de una fecha muy posterior incluso a la de Santa Cecilia. La
afirmación contenida en el "Liber Pontificalis" sobre que Urbano convirtió a
mucha gente a través de sus homilías, se basa en el Acta de Santa Cecilia. Otra
afirmación hecha por la misma autoridad sobre que Urbano ordenó hacer los vasos
litúrgicos en plata, es solamente un invento de un editor posterior de la
biografía, hecha a principios del siglo VI; quien atribuyó a Urbano de forma
arbitraria la hechura de ciertos vasos, incluyendo las patenas, para veinticinco
iglesias titulares de su propio tiempo. No se sabe nada sobre los detalles de la
muerte de Urbano pero, basados en la paz que hubo en su época, probablemente
murió en forma natural. El "Liber Pontificalis" afirma que fue confesor en el
reinado de Diocleciano; la fecha fue agregada sin ninguna base histórica. Su
nombre no aparece en el "Depositio Episcopoirum" del siglo IV en el "Kalendarium
Philocalianum".
Las autoridades antiguas han hecho dos declaraciones diferentes respecto a
la tumba de Urbano de las cuales, sin embargo, solamente una se refiere al Papa
con este nombre. En las Actas de Santa Cecilia y en el "Liber Pontificalis", se
dice que el Papa Urbano fue enterrado en la Catacumba de Pretextato en la Vía
Apia. Los Itinerarios del siglo VII a las tumbas de los mártires romanos, todos
mencionan la tumba de un Urbano en relación con las tumbas de varios mártires
enterrados en la Catacumba de Praetextatus. Uno de esos Itinerarios da a este
Urbano el título de "Obispo y Confesor."
Consecuentemente, desde el siglo IV, todas las tradiciones romanas han venerado al Papa de este nombre en el Urbano que se encuentra en la Catacumba de Praetextatus. Sin embargo, excavando una cámara doble en la Catacumba de San Calixto, De Rossi encontró un fragmento de la tapa de un sarcófago que tenía la inscripción OUPBANOCE [piskopos].
Consecuentemente, desde el siglo IV, todas las tradiciones romanas han venerado al Papa de este nombre en el Urbano que se encuentra en la Catacumba de Praetextatus. Sin embargo, excavando una cámara doble en la Catacumba de San Calixto, De Rossi encontró un fragmento de la tapa de un sarcófago que tenía la inscripción OUPBANOCE [piskopos].
Él probó
también que en la lista redactada por el Papa San Sixto III (432-440) sobre
mártires y confesores enterrados en la Catacumba de San Calixto, se encuentra el
nombre Urbano. Por lo tanto, el gran arqueólogo De Rossi concluyó que el Urbano
enterrado en San Calixto era el Papa, mientras que el santo del mismo nombre
enterrado en San Praetextatus era el obispo de otro lugar que murió en Roma y
que fue enterrado en esta catacumba. La mayoría de historiadores está de acuerdo
con esta opinión la cual, sin embargo, se basa principalmente en las Actas de
Santa Cecilia. Las letras del epitafio mencionado más arriba sobre un Urbano en
San Calixto indican un período posterior, en comparación con las letras de los
epitafios papales tal como lo prueba la cripta papal. En la antedicha lista
preparada por Sixto III, Urbano no aparece en la sucesión de Papas, pero aparece
entre los obispos extranjeros que murieron en Roma y que fueron enterrados en
San Calixto.
Parece así necesario aceptar el testimonio de que el Papa Urbano fue
enterrado en la Catacumba de Praetextatus, mientras que el Urbano que yace en
San Calixto es un obispo de una fecha posterior, proveniente de alguna otra
ciudad. Esta opinión reconcilia mejor las afirmaciones del "Martyrologium
Hieronymianum". Bajo la fecha 25 de mayo (VIII kal. Jun.) se encuentra la
siguiente nota: "Via nomentana miliario VIII natale Urbani episcopi in cimiterio
Praetextati" ("Martyr. Hieronym.", ed. De Rossi-Duchesne, 66). La catacumba de
la Vía Nomentana, sin embargo, es la que contiene la tumba del Papa Alejandro,
mientras que la catacumba de Praetextatus está en la Via Appia.
Duchesne
comprobó (Lib. Pontif., I, XLVI-XLVII) que en la lista de tumbas de los papas,
de donde se saca esta nota, falta una línea que originalmente decía la tumba del
Papa Alejandro estaba sobre la Via Nomentana, y que la tumba del Papa Urbano
estaba en la Vía Apia en la Catacumba de Praetextatus. Por lo tanto, el 25 de
mayo es el día del entierro de Urbano en esta catacumba. El mismo martirologio
contiene bajo el 19 de mayo (XIV kal. Jun.) una larga lista de mártires
encabezada por dos romanos mártires, Calocero y Partenio, quienes fueron
enterrados en la Catacumba de San Calixto, incluyendo un Urbano; este Urbano es,
aparentemente, el obispo extranjero que se encuentra enterrado en la misma
catacumba.
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Fuente: Enciclopedia Católica || ACI Prensa
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