13 -San Eleuterio: Nicopolis en Epirus; 175-189.
Nació en Nicopoli en Epiro. Martir. Elegido en el 175, murió en el 189. Mandó a Fugacio y Damián a convertir a los bretones. Suprimió algunas costumbres hebraicas sobre la pureza e impureza de las viandas de las cuales los cristianos daban gran importancia.
Martirologio Romano: En Roma, san Eleuterio, papa, al que los famosos mártires de Lyon, apresados entonces, escribieron una célebre carta para que mantuviera la paz en la Iglesia (189).
Nació en Nicopoli en Epiro. Martir. Elegido en el 175, murió en el 189. Mandó a Fugacio y Damián a convertir a los bretones. Suprimió algunas costumbres hebraicas sobre la pureza e impureza de las viandas de las cuales los cristianos daban gran importancia.
Martirologio Romano: En Roma, san Eleuterio, papa, al que los famosos mártires de Lyon, apresados entonces, escribieron una célebre carta para que mantuviera la paz en la Iglesia (189).
Etimológicamente: Eleuterio = Aquel que se comporta con generosidad y
libertad, es de origen griego.
San Eleuterio, natural de Nicópolis, ciudad de Grecia, diácono y discípulo
del Santo Pontífice Aniceto, sucedió a San Sotero en el pontificado el año
175.Tuvo en su tiempo alguna paz y tranquilidad la Iglesia, y con esta quietud
se iba multiplicando maravillosamente, y en Roma muchos caballeros y señores,
cansados ya de la superstición de sus vanos dioses y de la crueldad y
abominaciones de sus emperadores, por la doctrina y predicación del Santo
Pontífice Eleuterio, recibían la luz del Evangelio y se convertían al
Señor.
Y no menos en las otras provincias y reinos descubría sus claros rayos y
resplandores nuestra Santa Religión; particularmente se vio esto en Britannia,
que ahora llamamos Inglaterra, porque Lucio su rey, habiendo entendido la santa
vida y milagros de los cristianos, y, que poco antes Marco Aurelio emperador
había alcanzado por oración de ellos una gran victoria contra los marcomanos, y
que por esto permitían que viviesen en su ley y que algunos caballeros y
senadores romanos se habían bautizado y seguido al estandarte de Cristo, movido
del mismo Señor, envió solemne embajada con Elvano y Meduino, criados suyos, a
San Eleuterio, suplicándole que le enviase algunos ministros suyos, para que a
él y a toda su casa y reino hiciese cristianos y los reconociese como a ovejas
suyas y del rebaño del Señor.
No se puede creer la alegría que el Santo Pontífice Eleuterio recibió con
esta embajada; y para cumplimiento de lo que por ella se pedía, envió a Fugacio
y Donacio, que otros llaman Damiano, varones dignos de tan grande empresa, a
Britannia, para que enseñasen los misterios de nuestra San Fe a Lucio y a su
reino, y con el agua del santo bautismo los reengendrasen en Cristo. Ellos
fueron, y lo hicieron, y todo conforme al deseo y orden de Eleuterio; y el rey
se bautizó y fue Santo, y como de tal have mención de él el Martirologio romano
a los 3 de diciembre, y su reino públicamente aceptó la fe de Jesús, y fue el
primero del mundo que por público decreto y común parecer de los moradores de él
recibió y profesó la religión cristiana; puesto caso que en España y Francia, y
en los otros reinos y provincias, ya había en este tiempo muchos cristianos.
Esta conversión de Lucio fue en el año de 183, según el cardenal Baronio.
Con la paz que tuvo la Iglesia en este tiempo, se levantaron algunos
herejes que la turbaron, como los Valentinianos, Marcionistas, Severianos, y
otros más; a los cuales el Pontífice Eleuterio resistió valerosamente, y fue
ayudado de San Ireneo, discípulo de San Policarpo, y de Papías, que habían
enviado de la Iglesia de Lyon de Francia, y en el tiempo que estuvo en ella
escribió contra los herejes, y les hizo la guerra como varón doctísimo,
confutando los disparates que ellos enseñaban, con la doctrina y tradiciones
apostólica que él había aprendido; y después volvió a Lyon, de donde fue obispo
y mártir gloriosísimo.
Y porque algunos herejes enseñaban que Dios había creado muchas cosas
malas, y que no se había de comer algunos manjares, por ser tales, Eleuterio
mandó que nadie desechara por superstición género alguno de manjar de las
creaturas que Dios hizo para servicio del hombre; no porque no sea lícito y
loable de abstenerse de manjares regalados y gustosos para mortificar y refrenar
la carne y sus apetitos, o porque no se deba obedecer a la Iglesia cuando nos
manda abstenernos de ellos en los días de ayuno, que esto es necesario, sino
porque no se han de desechar, por pensar que son malos de su naturaleza.
Ordenó asimismo que ningún sacerdote fuera depuesto, sin que primero fuese
legítimamente convencido de algún grave delito, y que ningún ausente fuese
condenado antes de ser oído; pues Cristo no condenó, ni dejó de comulgar a
Judas, con saber quién era, porque aún no era notorio su pecado. Dió tres veces
órdenes en el mes de diciembre, y en ellas ordenó 12 presbíteros, 8 diáconos y
15 obispos; y después de haber gobernado santamente la Iglesia romana, fue
martirizado, dando su vida por Cristo, siendo Cómodo emperador, aunque los
Martirológios romanos antiguos no declaran con que género de muerte fue
coronado. Su cuerpo fue sepultado en el Vaticano.
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Fuente: oremosjuntos.com
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